Proyecto Colectivo, una plataforma creativa de arquitectura y arte contemporáneo, nos presenta Traslaciones, su última intervención donde transforman y se apropian de la Ciudad Universitaria de Caracas. Traslaciones es más que dibujar la velocidad, se erige con los mínimos recursos, valiéndose únicamente de un efecto: el movimiento de las personas que se devela en la fotografía.
El trabajo fue un performance participativo en homenaje al Aula Magna - una de las cinco salas con mejor acústica del mundo en la década de los 80, el gran legado de Carlos Raúl Villanueva y su “síntesis de las artes”, y Alexander Calder, ingeniero y artista norteamericano que diseñó los Platillos Voladores o Nubes Flotantes ubicados en el interior del recinto.
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Descripción del autor.
La “síntesis de las artes” es uno de los grandes legados de Carlos Raúl Villanueva al camino de cruces que han tenido el arte y la arquitectura en Venezuela. En el Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas esta premisa alcanzó su máxima a través del vínculo indisoluble que establece la intervención de Alexander Calder sobre el espacio proyectado por Villanueva. Estas relaciones trascienden la forma para cumplir la función de paneles acústicos, platillos que reverberan un sonido que se ata a la memoria tanto como el espacio y el color.
En el marco de la conmemoración de los 114 años de Villanueva y a partir del interés en activar y re-significar los espacios de la Universidad Central de Venezuela, surge Traslaciones, un proyecto de arte contemporáneo basado en la acción e intervención del campus de la Ciudad Universitaria de Caracas que nos propone entender la “síntesis” a partir de una dimensión sensorial bajo un modelo participativo. Es un intercambio abierto, donde los mismos procesos son las acciones que constituyen la obra. Aquí, el espacio y el espectador son un contenido tan indisoluble como transformador.
Traslaciones es una intervención sobre estos espacios sesenta años después, hecha con la sencillez y el respeto que exige dialogar con un ideal. Fue una obra breve, producida en medio de un contexto social, político y económico complejo. Situación de rasgos completamente opuestos al tiempo histórico de su creación. El ícono de la Ciudad Universitaria de Caracas vive de las grandes obras que no es capaz de volver a construir. En medio de una crisis acervada Traslaciones se erige con los mínimos recursos, valiéndose únicamente de un efecto: el movimiento de las personas que se devela en la fotografía. Esta nueva obra intenta dar vida al Aula Magna habitando sus nubes, desplazándolas por el campus hasta llegar a la Plaza del Rectorado. Aunque estos “Platillos Voladores” hoy están dentro, Villanueva había pensado la intervención de Calder afuera, en la Plaza Cubierta que la bordea*.
La propuesta es una obra de Proyecto Colectivo, en alianza con la Universidad Central de Venezuela, es el producto del cruce de dos artistas cuya práctica proviene de disciplinas distintas, María Egea desde las artes escénicas y Miguel Braceli a partir de la arquitectura. La curaduría estuvo a cargo de Gerardo Zavarce y la ejecución de las obras en manos de estudiantes de la FAU UCV.
Como muchas otras investigaciones contemporáneas, el efecto es el producto y aquí ocurre en dos direcciones. En un sentido está la experiencia que obtiene el espectador al ser parte de un recorrido que permite habitar las formas que siempre vemos, oir o transitar los mismos espacios rompiendo sus protocolos. Desde otra perspectiva las personas son el pigmento para construir un nuevo paisaje. Es una obra que hace de la velocidad un valor plástico así como una estrategia para levantar formas que solo existen en la fotografía.
Traslaciones busca construir volúmenes sin materia, hacer de lo transitorio un estado permanente, levantar espacios que viven en imágenes. Esto no es otra cosa sino una estrategia para enfrentar la ausencia, una intervención de gran formato que hace de lo mínimo todo su contenido. Es un modo de hacer en medio de un entorno donde la escasez es el recurso para proyectar.
Aún luego de haber desaparecido, es otra pieza para la Ciudad Universitaria, más efímera que los mosaicos caídos, fluida como sus espacios, disuelta en la arquitectura como todo su arte. Una obra moderna con la fugacidad característica de la aceleración actual. Aquella liquidez precisada por Zygmunt Bauman sobre el arte que nace para morir, o las formas con vida de obras que son procesos.
Plataforma: Proyecto Colectivo
Autores: Miguel Braceli y María Egea
Curador Invitado: Gerardo Zavarce
Fotografías: Yuri Liscano, Julio Mesa, Tiago Loureiro, Melina Fernández, Félix Vásquez, Nelson Pinto, Kathiana Cardona, Beatriz Hellmundo, Saúl Yuncoxar, Miguel Braceli
Producción: Josymar Rodríguez / María Gabriela Córdova